El único documento sobre la tierra


Leyendo un tema sobre cómo elaborar un presupuesto para llevar a cabo un proyecto de digitalización me dio por pensar ¿Qué pasaría si ocurriese una hecatombe mundial y el único documento que sobreviviese fuese el presupuesto de un proyecto de digitalización? ¿Qué pensarían de nosotros las futuras generaciones si sólo pudiesen contar con ese documento para juzgarnos? Decidí ponerme en la piel de alguna de las personas que se encontrase en ese hipotético caso y mirar esa valiosísima información con sus ojos.

Lo que más me llamó la atención de la lectura detenida del tema fue que todo, hasta lo más insignificante, debía ser cuantificado en términos monetarios. En mi recorrido me encontré a mí mismo saltando de sorpresa en sorpresa…”¿pero esto también hay que presupuestarlo?” Como el dedo del rey Midas, todo lo que el presupuesto tocaba lo convertía en mercancía.

Me llegué a desesperar, lo confieso. No podía dejar de pensar…”pero, ¿en un proyecto así no habrá nadie que haga algo por gusto, por el mero hecho de hacer algo bien?; ¿qué lo único que busque esa persona a cambio sea, a lo sumo, el reconocimiento de sus compañeros? ¿una palmadita en la espalda?” Yo mismo me contesté. No debe de haber, porque si no en el presupuesto habría un apartado que dijese bien claro:

  • Contratar a alguien que de palmaditas en la espalda: tantos€

Todo muy profesional, como debe ser. Nada que ver con esos aficionados que comparten información y conocimiento en las redes sociales sin esperar nada a cambio…bueno sí, una palmadita en la espalda.

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11 comentarios en “El único documento sobre la tierra

  1. Empiezo a esperar ya tus artículos para reírme y para pensar. ¿Y ese documento estaba en papel, en word o en excel? Ja, ja. Confieso que busqué tu post anterior tratando de recordar los principios de «inteligencia colectiva» y altruísmo o desinterés que mencionaba Merlo en uno de los artículos que sugeríamos como lectura. Yo sigo un blog de economía que se titula Nada es Gratis.
    Cuando escribes… ¿esperas la palmada? Una mejor nota ya sabemos que no, que haces como si no existieran pero… no confundimos como casi siempre ¿valor y precio? Gracias por la reflexión porque entre nuestros VALORES está el de compartir.
    Por cierto, si las futuras generaciones nos juzgaran por un solo documento… qué poco habrían avanzado para emitir juicios con tan pocos elementos 🙂
    Ah, también me resulta curioso ver la entrada etiquetada bajo ética hacker.
    De veras, gracias por compartir.

    • Lo de la palmadita en la espalda se puede concretar de dos maneras. Por un lado, la satisfacción de saber que lo que uno comparte le ha servido a alguien para algo, aunque sea para criticarlo. Si es en este último caso, casi mejor, porque así, en mi nueva condición de cocinero-bloguero, aprendo el doble…o no, depende de la crítica. Por otro lado, la palmadita en la espalda como recompensa, también tiene que ver con el hecho de que, no se sabe muy bien ni cómo ni por qué, cuando uno comparte le suele venir de vuelta lo compartido corregido y aumentado. Economía del don lo llaman algunos…terapia lo llamamos otros (a mí me está funcionando).
      En cuanto a lo que comentas de valor y precio. No sé si era esto a lo que te referías, pero mi mujer suele decirme que iberdrola (no se merece la mayúscula) aún no acepta el trueque como modalidad de pago. Hay que pagar los recibos, así que eso de acumular prestigio está muy bien pero con eso no se come. Además, lo de trocar el capital simbólico por capital monetario es fácil decirlo pero la práctica es otra historia (hay que reconocerlo). En España, si quieres trabajar de bibliotecario, por mucho renombre que tengas, o apruebas una oposición o vete con tu prestigio a otra parte. Es lo mismo que sucede en la educación y que Joaquín Rodríguez señaló en un artículo reciente y que resume en el título «Deseo de ser finlandés» (http://www.madrimasd.org/blogs/futurosdellibro/2013/03/15/135691). Y si no es el problema de las oposiciones, es el problema del advenedizo: «sí claro, este que acaba de llegar me va a quitar el puesto a mí que llevo aquí mil años…el tipo sabrá mucho y eso podría redundar en beneficio de todos, pero primero yo y después mi sueldo»…otra vez lo de la patrimonialización de las grandes organizaciones…ley de hierro de la oligarquía según Robert Michels.
      Por último lo de la ética hacker. No hablo yo, sino Pekka Himanen (La ética del hacker y el espíritu de la era de la información): «hackers como personas que se dedican a programar de forma entusiasta y creen que poner en común la información constituye un extraordinario bien, y que además para ellos es un deber de naturaleza ética compartir su competencia y pericia elaborando software gratuito y facilitando el acceso a la información y a los recursos de computación siempre que ello sea posible (…) Un hacker es básicamente un experto o entusiasta de cualquier tipo. Uno puede ser un hacker astrónomo, por ejemplo. En este sentido, una persona puede ser un hacker sin tener nada que ver con los ordenadores».
      ¿A cuánto se podría haber disparado el presupuesto para el desarrollo de Linux? Si siguiésemos el ejemplo del único documento en la tierra, seguramente no habría excel que lo aguantase.
      Un saludo y perdón por la parrafada.

      • Nada que perdonar. Un gusto leerte. Con Joaquín Rodríguez, totalmente de acuerdo. Si lo extiendes a los procesos de selección en las universidades, aún más. De todas formas, no olvides que a muchos de esos gestores que hacen selección les miden con criterios de empresa privada pero con restricciones de empresa pública. En el artículo de J. Rodríguez lo que viene a decir el finlandés es que cada escuela selecciona por una entrevista a quién le parece. Aquí enseguida hablaríamos de nepotismo, de que no hay igualdad… Ojalá nos dejaran seleccionar por entrevista. Lo que ocurre es que nadie se fía tampoco del «seleccionador». Ah, lo seleccionó porque es su amigo. Y lo que es peor, nadie le pide cuentas a ese «seleccionador». Por desgracia, te lo dice un funcionario, si apruebas tu oposición es para toda la vida. Y sin querer acabar con la figura del funcionario, que debería garantizar el funcionamiento y la independencia de la administración frente al gobierno de turno (no te indignes ni te rías), lo que no es de recibo es que la posición sea para toda la vida. Los sistemas de control de los funcionarios no funcionan.
        Yo sí creo en el procomún y, a diferencia de algunos comentarios de compañeros que he leído, también creo en «El desinterés como base. El carácter social de la nueva Web también incluye como elemento definitorio la búsqueda del bien común», que decía Merlo.
        Para hackers te recomiendo a Chema Alonso, http://www.elladodelmal.com/ hay muchos vídeos suyos en YouTube. Como muestra, a mis alumnos les suelo poner el de Los metadatos te condenan http://www.youtube.com/watch?v=9qkcq-HwWu4
        De nuevo, gracias por compartir.
        Tony

  2. Gracias nuevamente por tu post. Me sigue gustando lo que escribís y la frescura de tu espontaneidad reflexiva y compartida.
    La realidad que relatas, parecida en todos lados, global!
    Sigo en la vuelta!
    Saludos,
    Silvana

  3. Vaya nivel que tenemos por aquí. Aunque llegue un poco tarde (pero Tony ha pasado ya por aquí), no me resisto a poner mi granito de arena. De acuerdo con muchas de las cosas que planteáis (no voy a repetirlas, que el tiempo es oro), como la valía de la colaboración desinteresada, al mismo tiempo que, como dice tu mujer, Juan Ignacio, no se pueden pagar las facturas solo con ello.

    Es curioso que… cuando he hablado con amigos británicos y, sobre todo, norteamericanos, algunos de ellos me sorprenden con el hecho de que en la cultura anglosajona (especialmente, en Estados Unidos, sí) hay una fuerte tradición de realizar actividades para la comunidad, de forma desinteresada. Y, he de confesarlo, cuando hay españoles alrededor, muchos de «nosotros» ponen una cara de «¿dedicar tu tiempo, gratis, a hacer algo? ¿Por qué?»

    La gran paradoja, quizá, es que tal vez no captamos que, cuanto más hagas a veces por los demás (llámese Linux, llámese compartir tus conocimientos, o llámese cualquier otra forma de ofrecer algo que tú haces, dentro o fuera de la red) más enriquecemos a la comunidad, que somos todos.

    Esa discusión es distinta (o quizá, no) de la forma de contratación de este país que, como he apuntado hoy (parece que nos cruzamos) parece más un cruce entre una red social de las de toda la vida, por un lado, y un complejo de Gollum sobre el trabajo de cada uno (sea mediante oposición, en el sector público; sea mediante «esto es mío y si lo tocas, te enteras», en lo privado). A ver si los cuadriculados vamos a ser nosotros, y no los nórdicos…

    (Perdón: creo que se me ha ido algo el hilo… 😀 )

    • Nada mejor que viajar y el contacto con otras culturas para conocernos mejor a nosotros mismos. «¡Vaya, pero si en el telediario (mi abuelo lo llamaba el parte…era militar) nos habían dicho que éramos así y asá!»…sí, sí, ¡¡ay la marca!!. Ahora en vez de decir «¡me duele españa!», como los de la generación del 98, tenemos que decir «¡me duele la marca!»…y bajito no vaya a ser que los mercados se molesten.

  4. No sé si me va a dejar seguir escribiendo aquí, pues lo he intentado antes y se «me ha ido». He empezado a leer los post y me he ido, a través de los link, de un lado a otro y podría estar así hasta leer todo el blog (que acabo de descubrir) porque me parecen muy interesantes.
    Sobre el primer post, no sé si leíste en El País un artículo sobre una biblioteca, creo que de Guadalajara, cuya bibliotecaria la había convertido en lugar de reunión y de actividades de los vecinos, quienes la sustentaban ante la falta de presupuesto con sus propios recursos tanto económicos como humanos; se veía preciosa en las fotos, tanto por la belleza del sitio como por su calidez; cuando lo leí pensé que, si no necesitara el dinero para vivir, sería capaz de trabajar gratis en un sitio así.
    Sobre el conocimiento compartido, por mi experiencia y el decir de «colegas», el mundo bibliotecario es un mundo cerrado, el conocimiento no se comparte, de hecho, hay cosas que parecen «el misterio mejor guardado», cada cual aprenda por su cuenta. Es una lucha constante por aprender y que nadie se sienta ofendido.
    Sobre las oposiciones, y también me baso en la experiencia, hoy por hoy es la mejor forma de acceder a la Administración, por eso la Administración está llena de mujeres y los puestos de mando de hombres. Yo voto por las oposiciones y sigo creyendo en ellas para la posibilidad de cambiar de puesto. También me parece justo que el puesto sea fijo (cosa que puede cambiar, se están viendo tantos cambios imposibles años atrás), el funcionario para poder defender la administración no ha de tener compromisos con nadie, aunque la empresa pública cada vez se está pareciendo más a la privada, hablando de objetivos en vez de atención al ciudadano.
    Las entrevistas, por favor, si en los concursos sin oposición, primero se elige al candidato y después se redactan las bases de los puestos con el perfil indicado, el puesto ya «sale» con un nombre. No hay más que ver cómo han hecho OPEs para «meter» a tanto «cazurro» metido a dedo.
    En cuanto a Finlandia, estoy muy decepcionada, me encantaba oir o leer la pedagogía finlandesa, el respeto por la educación, los docentes, los discentes…… Nada, mentira, como todo, o no nos llega a todos. Mi hijo ha ido de erasmus a Finlandia y no ha podido disfrutar de las exquisiteces de la educación finlandesa, pues los erasmus tenían aulas separadas. Por favor, en España tendremos peor educación, pero no aislamos, y la educación que hay es para todos; mucho nivel finlandés, sí, pero para ellos….., como siempre y como todo.
    Bueno, voy a ver si encuentro el post del que me hablabas.
    #websoc13

  5. No sabía nada acerca de la bibliotecaria de Guadalajara que mencionas. Maravilloso. En mis años mozos fui objetor de conciencia y tuve que hacer el servicio social en un colegio de integración. Cobraba 1.000 de las futuras pesetas al mes, es decir, que trabajaba casi gratis; sin embargo, siempre recordaré esa experiencia como una de las más satisfactorias de mi vida. En realidad yo iba a atender la biblioteca del colegio…ya ves, una biblioteca escolar en españa, qué gracia…pero las necesidades eran muy diferentes. Nadie me obligó, pero puesto que decidí ayudar porque hacía falta y porque quería, al final fue muy agradable contar con el reconocimento de mis compañeros.
    En cuanto a lo que cuentas de finlandia, es cierto, esta es una prueba más de que no conviene idealizar demasiado, sólo lo justo. Ya decía Dolors Reig en el vídeo que compartiste que la educación debería «producir» ciudadanos responsables y felices y que finlandia el tema de la felicidad muy asimilado no lo tenía; el dato que aportaba era demoledor: finlandia es el país de europa con la mayor tasa de suicidios.
    Lo dejo aquí, porque el siguiente tema era el de las oposiciones y el funcionamiento de la administración pública y para mí esta cuestión supone muchos quebraderos de cabeza y discusiones.
    Lo dicho, un placer charlar contigo.

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